Es un espacio donde una persona trabaja de manera personalizada y puede hablar sobre sus sentimientos, creencias, comportamientos o pensamientos que le generan algún tipo de malestar.
A través de esta terapia, se pueden identificar aquellos aspectos que interfieren con el bienestar del individuo y establecer metas para trabajar en su superación. Las sesiones permiten abordar problemáticas emergentes y profundizar en cuestiones más complejas.
En resumen, la terapia individual es un espacio de apoyo y crecimiento personal, donde se busca mejorar la salud mental y el bienestar emocional del paciente.
La terapia psicológica infanto-juvenil es una intervención que se enfoca en la salud mental, el bienestar emocional y social de niños y adolescentes. Su objetivo principal es tratar los problemas emocionales que surgen en las primeras décadas de la vida.
En la terapia infanto-juvenil, se establece una relación terapéutica con el niño o adolescente, adaptada a su edad y nivel de desarrollo.
La familia desempeña un papel fundamental en el tratamiento. El entorno cercano del niño o adolescente es orientado y apoyado en el proceso de crecimiento y superación de dificultades.
La terapia de pareja es una forma de psicoterapia que se enfoca en mejorar la relación entre dos personas que mantienen una unión amorosa.
Durante las sesiones, se exploran los problemas, dificultades y conflictos que enfrenta la pareja, se analizan los patrones de comportamiento, a menudo repetitivos y negativos, que afectan la relación. Se trabaja para renovar y fortalecer el vínculo de la pareja modificando estas actitudes perjudiciales para la relación. También se mejora la manera en que la pareja se comunica y expresa sus emociones y necesidades.
La terapia de pareja puede ser útil no solo para resolver conflictos y disfrutar de una relación más estable y satisfactoria, sino también para acompañar a las personas en el proceso de separación, si se determina que es la mejor solución.
Es recomendable buscar la ayuda de un terapeuta cuando una o ambas partes sienten que la relación se está deteriorando y no saben cómo resolver los problemas.
La terapia familiar es un enfoque terapéutico que busca mejorar las dinámicas y relaciones dentro de una familia.
A través de sesiones guiadas, los miembros de la familia trabajan juntos para identificar y comprender los diferentes roles y patrones de interacción. También mejora la comunicación abierta y honesta, permitiendo que los miembros expresen sus pensamientos y sentimientos de manera constructiva.
También, la terapia familia proporciona herramientas para resolver desacuerdos de manera saludable, sin recurrir a la confrontación destructiva. Y así promover la cohesión y el apoyo mutuo, esencial para el bienestar de la familia.
Por último, promueve el cambio y el crecimiento por qué puede ayudar a los miembros de la familia a adaptarse a los cambios y a crecer juntos.
La terapia familiar puede ser beneficiosa en situaciones de estrés, transiciones importantes, problemas de comportamiento de los hijos, o cuando una familia se enfrenta a una crisis o enfermedad. Es una herramienta valiosa para reconstruir relaciones y fomentar un ambiente familiar saludable.